jueves, 20 de febrero de 2014

Mio en silencio~

Titulo: Mío en el silencio
Autor: Nana
Pareja: YamaJima
Extensión: drabble
Nota: fail.-







Lentamente me di cuenta de que estaba enamorado de el, cuando estábamos juntos, sonreía sin parar, y poco a poco, olvidaba todo lo malo que ocurría en mi vida, la verdad es que, me gustaría decirle cuanto me gusta, cuanto adoro pasar los días a su lado, pero me aqueja el hecho de que es tan distinto a mí, a pesar de que pasemos mucho tiempo juntos, solo conozco al chico pelinegro que se sienta a mi lado en clases, el que almuerza junto a mí, el que camina conmigo a casa, solo… eso, creo que deberé acallar cada sentimiento, pues no creo que Yuto me acepte como su novio, cuando , aunque no me lo diga, se que sale con muchas chicas, todas distintas, lo que me entristece pero , aun así, agradezco mentalmente que este cerca mío siempre~

martes, 11 de febrero de 2014

El mejor regalo de navidad

Titulo: El mejor regalo de navidad
Género: Shonen-ai (??)
Extensión: mini Oneshot (¿?)
Pareja: Yamajima/Okajima
Autor: Nana
Nota: se que hay mas de algún error, pero me da flojera releerlo tehe he~ ok no XD mucho despues de navidad ._.





Navidad… ¿a caso hay una fecha más triste que esa? Luces por todos lados, tintineantes, arboles adornados alegremente, seres ficticios en las vitrinas de las tiendas comerciales, ofertas especiales, pero alguien ¿podría decirme que él lo lindo de todo esto? Es solo una fecha más, ah~ me deprime ¿Cómo es que puede ser tan malo?, a demás de todo, el frio es increíble, caminar no sirve de nada si tengo que andar por todo un tumulto de gente, estar sentado tampoco lo soluciona, en casa, casa es un infierno, pero no precisamente por el calor, ¿amigos? Si, tal vez los tenga, tal vez… no, solo lo estoy imaginando. En realidad sería muy feliz con algo así, una familia la cual no grite a diario, un empleo que no me sobre exploten, amigos con los cuales compartir gustos y la cotidianidad de la vida, a quien llamar de vez en cuando, tal vez por eso a la gente le gusten estas fechas, pueden ser felices con las personas cuales quieres, ¿Qué queda para un alma como la mía? Que nada tiene…
--------
Nakajima se hallaba sentado sobre una banquita de una placita cerca del centro, a vista de todos, pero él no veía a nadie, su mirada estaba perdida en el abismo, entre las piedrecillas por las cuales caminaban cientos de personas al día, tal vez pensando que quería ser una de ellas, o simplemente sin pensar nada, el sol para esa hora, ya se estaba ocultando, y hacia un frio que calaba los huesos, aun mas cuando los últimos rayos solares caen para ir a otro lugar, el enfoque de su vista no cambiaba, y ya a nada le encontraba sentido, ni al frio, ni al hambre, ni al dolor, tal vez, pensaba en que así dejaría de persistir. De un segundo a otro se puso de pie, frunciendo de pronto la nariz, ya que un pequeño mareo le hizo desestabilizarse, dio a penas dos pasos a delante, cada cosa perdió el sentido desde hacía mucho tiempo para él, un año, un año se hacía justo aquel triste día de navidad, la única persona por la que un día sonrió, ya no estaba a su lado, Nakajima ya no existía para él, cortar todo laso un día de navidad era increíble, insuperable, y su figura desaliñada era la que confirmaba aquello, ser dejado, abandonado, igual o peor que un pequeño animal. Tiritaba, aun así caminaba con torpeza, afirmándose del pasamano del puente cual cruzaba, otro pequeño mareo le hizo detenerse, y una punzada en la cabeza le hizo soltar tibias lagrimas cuales se perdían entre su mentón, cuello y cabello , su piel era pálida, aun mas con aquel clima tan gélido, su estomago gruñía con desespero, siendo totalmente ignorado, sus piernas comenzaron a fallar, temblaban igual o peor que sus manos, y tuvo que volver a cerrar los ojos, se sintió mareado, dejo caer el bolso a su lado, y apoyando ambas manos en la barandilla poso su cabeza sobre estas, el mareo persistía y parecía no querer irse, sus piernas fallaron completamente, y su cuerpo alargado quedo en medio de la barandilla, un medio cuerpo dentro, y la otra flotando sobre el aire, sus manos a penas y alcanzaron a reaccionar para afirmarse en los barrotes pero tampoco es que tuviesen demasiado fuerza, había abierto los ojos atemorizado, pero al cabo de los segundos, sabía que si caía, sería un alivio para todos, sus ojos se volvieron a cerrar y sus dedos comenzaron a deslizarse por la estructura, dejándose caer en libertad, la caída seguramente le dolería, eran muchos metros de altura, para acabar ahogado y siendo comida de peces, al menos para eso serviría, a pesar de que pensó en que ya no habían más opciones, algo afirmo con violencia sus muñecas, jalándole hacia arria, su sorpresa fue mucha, pero no vio más que una silueta, un rostro pálido, un cabello castaño, una ir radiante luz blanca, pensó estar en el cielo, y se dejo atrapar, luego de eso perdió completamente la conciencia.
Al despertar, Nakajima se hayo entre unas sabanas que no eran suyas, entre una cama tan grande como jamás había visto, entre una habitación, que posiblemente era del tamaño de su casa, se sintió confundido, intento sentarse, y en su intento un paño cayo de su frente, estaba húmedo, seguramente porque había tenido fiebre, seguía mareado, eso quería decir, y todo le indicaba, que seguía con vida, trago saliva, no sabía en qué lugar se encontraba, y no estaba seguro de si querer averiguarlo, soltó un suspiro e intento enfocar algo mas en aquella habitación tan espaciosa, y a pesar de que observo todo aquello, solo se topo, finalmente con el que se suponía que sería su salvador, cabellos castaños, tez clara, Nakajima se sorprendió y aun mas cuando aquella figura se removió a su lado, abriendo los ojos con pereza
-oh~ ya has despertado –sonrió restregándose un ojo, somnoliento, pero sin dejar de sonreír un segundo- hola~  mi nombre es Yamada Ryosuke, y desde este momento, estarás bajo mi cuidado
Nakajima no supo bien que decir, estaba sorprendido

-descuida yuto-kun, tendremos mucho tiempo para conocernos~ -

-¿co…como sabes mi nombre?-

-tu bolso~ perdón por la intromisión –

Yamada miraba a Nakajima con ternura, amabilidad, como si lo conociera de años, a pesar de que antes de aquella vez, no lo hubo visto ni una sola vez

-des…des…cuida- tartamudeo el pelinegro

-bien, como te dije, estarás a mi cuidado, no te iras de mi lado, se que no quieres volver más dónde estabas, por eso, olvida todo y busquemos la felicidad juntos~


Nakajima no tuvo opción, tampoco replica, aquella sonrisa era todo lo que necesitaba, aquel era el mejor regalo de navidad que jamás le hubieron dado, y de una cosa estaba seguro, que permanecería a su lado

jueves, 30 de enero de 2014

Para siempre~

Titulo : Para siempre
Pareja: Yamajima
Genero: shonen-ai (?)
Extención: mini one-shot (?)
Nota: pensé que debería subir algo aquí :3



Llevaba tiempo pensando en una cosa, el “para siempre” se sentía extraño, desde la última vez que oyó aquello, había pasado la tarde viendo televisión, y había dejado una película , fue lo más pasable que encontró, y una parte en especial llamo su atención, y este fue cuando el chico comenzó a hablarle de sus sentimientos a la protagonista:

   “si eres capaz de decirle a una persona que su amor es para siempre, es porque has amado de verdad y aunque no te quede ni un segundo más de vida, o te quede toda una vida por delante, eres capaz de darla toda por quien amas, y es así, es así como me siento yo por ti, mi amor es para siempre”

Y Yamada no pudo pensar en ninguna cosa más, su cerebro se traslado a la persona cual creía amar, desde hace mucho, en la que pensaba más que en nadie, Nakajima, Nakajima yuto, su compañero de grupo, nunca se lo había confesado, y en realidad no creía poder hacerlo, pero aquellas palabras, recientemente oídas,  le hicieron temblar todas las emociones de su cuerpo, y no pudo dormir toda aquella larga noche, al día siguiente durmió un poco más, pero seguía pensando en eso, así paso una semana tras otra, juntándose por fin un mes, sus ojeras eran evidentes para cuando no estaba maquillado, y sus compañeros de grupo lo notaban,  también notaban su distracción y que siempre se llevaba pensando en “quien sabe qué cosa” , los más cercanos se habían atrevido y le habían preguntado, pero no les decía más que evasivas
Todos le habían preguntado excepto uno, el susodicho, yuto, y no se le ocurrió mejor oportunidad para hacerlo que antes de un concierto, eran los primeros en estar listos por lo que tenían que esperar a los demás a que lo estuvieran

-Ryosuke… -hablo con torpeza- yo… no sé como preguntarte esto pero siento que algo anda mal, y me gustaría saber, como tu amigo, si es que podría ayudarte en algo, no lo sé, si quisieras desahogarte, o ….-

Yamada admiraba sus palabras, mas solo pudo sonreírle con levedad, no alcanzo a decir ni una palabra completa, cuando les llamaron a todos al escenario, moviendo los hombros hacia arriba le indico que en ese momento no era bueno hablar, pero Nakajima, le tomo de la muñeca y le miro directamente a los ojos, mas en los ojos del mayor no hubo reacción, el pelinegro le soltó y le dejo ir, en unos segundos más, estuvieron cantando y bailando, no podía ser mejor, les tocaba la canción “super delicate” y en el momento en que debían mirarse a los ojos, Nakajima desvió la mirada con disimulo separándose de inmediato, Yamada no pudo evitar sentirse vacio, por lo que, agradeció que no faltaba mucho para que acabase el concierto, y ya al cabo de unos minutos, culmino entre aplausos y grititos animados, Yamada  corrió rápidamente y se metió a las duchas, fue el primero de todos, y junto a las pequeñas gotitas que mojaban su cuerpo, se unieron sus ojos, bañando silenciosamente sus mejillas, cuando al fin su cuerpo se tranquilizo, salió de la ducha para vestirse, no demoro, solo quería llegar a su casa así que tomo su bolso y salió del lugar con bastante disimulo.
 La noche parecía perfecta, una luna llena hermosa, y fue inevitable sacar sus auriculares y ponerse a oír música a todo volumen  mientras que caminaba a paso lento hacia su casa, por suerte para él, aquel concierto estaba sumamente cerca de su casa.
Aunque el castaño  no se dio cuenta que alguien caminaba tras él, un chico alto, pelinegro y tez blanca y que conocía a la perfección
 Llego tras algún rato de caminar, cuando giraba la llave para entrar, recordó que no había nadie en casa, por lo que suspiro, “estúpidas vacaciones de invierno” murmuro, todos salían menos él, aunque, pensó mas detenidamente, y era mejor, su cabeza golpeo con la puerta un poco antes de girar la perilla para abrirla, quito la llave y entro, iba a cerrarla cuando estuvo dentro  pero un pie se interpuso, aquel cuerpo alargado entro tras él, divisando a los pocos segundos que era Nakajima

-yuto –hablo sorprendido- ¿Qué haces aquí?

-bueno, no me has respondido, y tengo que saberlo ¿Qué te pasa?-

-¿pero de que hablas, yuto? ¡No me pasa nada! –pero algo en su cuerpo fallo, sus ojos comenzaron a nublarse y cayó de rodillas al suelo, derrotado y cansado –yuto…. –murmuro-

-estoy aquí, estaré aquí para siempre – el pelinegro se arrodillo frente a él, y lo abrazo, Yamada permanecía perplejo, de nuevo, aquellas palabras que le habían hecho estar así durante ya dos meses, y él las decía con tal simplicidad

-¿a caso eres idiota?- lo empujo haciéndole caer de espaldas hacia el suelo- no puedes… -se limpio las lagrimas, aunque estas no se detenían- no puedes estar conmigo para siempre…. Tu no me… tu no…. –Yamada se volteo, no tuvo el valor de decir aquello

-Ryosuke- Nakajima se sentó en el suelo y miro tristemente su espalda- tengo que decirte una cosa, no me importa que no quieras oírla, ni que tampoco vuelvas a hablarme o si quiera mirarme, pero es necesario decírtelo, lo he estado pensando desde hace algún tiempo, y lo he retrasado por tu actitud tan extraña, ni siquiera sé porque estas así, y eso me molesta, me he alejado de ti, nos hemos alejado y eso no me agrada nada... el punto es… Te amo, no como un amigo, ni como un hermano, te amo como persona, y no me había dado cuenta antes, que tuvieras esta extraña actitud sirvió para darme cuenta y pensar en decírtelo, si te digo que estaré contigo y para ti por siempre, es porque puedo decírtelo en realidad y de corazón- Nakajima suspiro- ahora, eres libre de abofetearme, asquearte, alejarme, darme una buena paliza… pero has algo, di algo, por favor… –seguía mirando su espalda, no había acción, y comenzó a asustarse, se puso de pie y camino hasta estar de frente a él, su ceño se frunció en señal de confusión- ¿Ryosuke? ¿Estás bien?-

  -tu… ¿nunca pensaste en que yo podía corresponderte? –Los ojos del castaños chocaron acuosamente con los del alto- te correspondo –aclaro- te correspondo completamente… -sus brazos se alzaron y rodearon su cuello en un abrazo tan cálido que derritió todo los sentidos de ambos, dejando solo la pureza de sus sentimientos.

jueves, 9 de enero de 2014

En mis sueños ~

Titulos: En mis sueños
Parejas: InooDai / Yamajima (???)
Extencion: Oneshot (?)
Genero: shonen-ai/Yaoi (?)
Autor: Nana~
Nota: Mi sueño transformado en Jump, Si por alguna casualidad del mundo satommy-chan Y/O Mabelucome llegaran a leer esto, les digo, ustedes estuvieron allí, sato vendría siendo yamada, y el Inoo de mi sueño sería yuto, y mabe-chan vendría siendo Inoo, a la cual le doy asco ;-; asdjlier en fin, muero de sueño, así que es todo <3 obviamente cambie algunas cosas para que no quedara tan…yo Yeih!

Se encontraba en un lugar desconocido, quería orientarse y a parte, su curiosidad lo hizo andar, no estaba seguro de porque estaba allí, o de cómo había llegado, pero le parecía divertido y se sentía como todo un explorador, sus cabellos castaños se movían al ritmo del viento y su caminar era saltarín, pronto supo que estaba en su casa, era una casa normal, en la que vivía con dos amigos mas, Hikaru y Keito, Entre los tres se encargaban. Aquel día tenían fiesta, por lo que aquellos dos muchachos estaban preparando todo para que saliera perfecto, pero el no, Daiki estaba nervioso por otra cosa, vendría su novio que había estado lejos de gira hacia mucho tiempo, y quería abrazarlo, besarlo, todo, quería cumplir con todos sus caprichos, y era eso precisamente por lo que se sentía sumamente nervioso, ya, dentro de casa, se movía de un lado a otro, intentaba entrar al baño, quería darse una buena ducha y perfumarse para Cuando su Chico entrara por las puertas de su hogar.

Pronto las horas pasaron, primero que nada llego su amigo Yamada, el también había estado fuera por algún tiempo y recién tenía la oportunidad de verlo, y por alguna razón, se desconcentro de todo lo que hacía o intentaba hacer y solo se quedo conversando sobre su cama con Yamada, pasaron hablando de muchas cosas, de cuanto se habían extrañado, era como si se hubiesen conocido recién, entonces la noche cayo, Daiki noto esto y se paró de un solo salto seguido de su amigo Yamada, ambos caminaron hacia la entrada de la casa, en donde ya estaba aquel muchacho alto y vestido demasiado pomposo y brillante para su gusto, pero lo que contaba es que estaba allí, frente suyo, se sentía nervioso, tenía miedo también, con pasos torpes se acerco  y lo miro saludando con un tímido “hola”, se hizo oír pero recibió un escuálido “hola” de parte del chico que parecía demasiado ocupado como para prestarle atención.
 ¡soy su novio maldición!-se decía Daiki internamente, no disfruto ni un poco de la fiesta y volvió a la cama, estaba molesto, más que molesto, se puso su pijama y se acostó aun con la música retumbante fuera, su amigo Yamada estaba durmiendo a un lado de la cama, extrañamente, esta era demasiado grande, al lado de Yamada, yacía dormido otra persona, yabu, aquel chico era amigo de Yamada, mas el mismo lo conocía solo de vista, aunque en aquel momento aquello no le importaba nada en absoluto.

Al pasar un par de horas, Daiki supo que Kei, su novio, se había ido a seguir la fiesta a otro lado, y se durmió con suma tristeza, aun sentía la esperanza de que Kei lo mirara solo a él, por lo menos en la noche, y que llegara a dormir a su lado, lo abrazara, besara, y quizá otras cosas más, pero no fue así. Daiki fue despertado por el ruido de la puerta, y unos pies muy torpes, decidió no mirar, pero la curiosidad se hizo mucho más amplia cuando sintió unos labios chocando una piel con descaro, su ceño se frunció y alzo solo un poco el rostro, y al ver la imagen de su novio besando el cuello del amigo de Yamada, ese tal Kota yabu, Su corazón se rompió en fracción de segundos, su novio estaba restregando su cuerpo sobre el de Kota, y este correspondía como si nada ¿eso quería decir que no era la primera vez? , se giro sobre la cama cubriéndose los oídos, y las lagrimas comenzaron a brotar, intentaba pensar en otras cosas, pero aun podía escuchar el eco de su corazón romperse y con cada fragmento de esté, Dañar todos los demás órganos vitales que necesitaba para sobrevivir

Al día siguiente, Dolido, tomo su mochila y Yamada curiosamente lo siguió, Kei había quedado sobre la cama, echado como un animal cualquiera luego de saciar su lujuria, y yabu, el otro elemento, parecía plácidamente dormido en la cama que le pertenecía! Era casi irónico, suspirando, salió de aquella habitación, lo seguía Yamada, y por el camino se les unió una tercera persona, un chico irrelevante que solo les seguía, aunque Daiki y Yamada no entendían el porqué, no se sentían incomodo, es más, lo creían adorable, pero el punto era que estaba usando unos zapatos de tacón enormes, y ellos estaban por subir una montaña, bueno, Daiki estaba frustrado y necesitaba de actividad física, Yamada solo quería ir allí, acompañándole, el pequeño chinen  subía a penas por el camino de tierra y aquellos zapatos altísimos de leopardo parecían no ser un impedimento.

Los tres habían subido un buen tramo, el ambiente comenzaba a ser denso, cada uno había tomado una varillita como bastón para apoyar y ayudar a su cuerpo , y fueron los tres sorprendidos una vez que miraron hacia abajo y se toparon con que habían subido demasiado, Daiki se sentía realizado y comenzó a mirar alrededor, justo haciendo aquello sus ojos chocaron con una cueva, curioso y sin espera, se adentro a este, por supuesto, linterna en mano, se sintió realmente extrañado cuando vio que la cueva tenia instalación eléctrica, el estaba sobre una tarima de madera al igual que los otros dos chicos, había una pequeña barrera para no caer hacia el vacio, y un puente de madera para cruzar y encender la luz, Daiki se sentía sumamente valiente, apunto primero con su linterna todo los lugares, y luego con rapidez camino por el puente y encendió la luz, pero en realidad esta no funciono más que por unos escasos dos segundos, pues la ampolleta se quemo, frunciendo la nariz iba a devolverse, pero fue cuando una mano lo detuvo, casi con taquicardia giro su rostro con lentitud, mirando al dueño, si es que había uno, de aquella mano, para su suerte, si lo había, y bien lo conocía, era Nakajima Yuto, el novio de su amigo Yamada, el chico estaba demacrado, y muy delgado, más de lo común, fue cuando comenzó a hablarle, le conto que estaba buscando a Ryosuke, que le estaba siguiendo la pista desde hace algún tiempo porque quería arreglar las cosas, pero Yamada solo huía cada vez y no lo dejaba hablar. Daiki quería ayudarle e ideo un plan con el muchacho, si él no podía ser feliz con el hombre que ama, su mejor amigo si tenía que serlo, y de eso se encargaría él, se despidió de Yuto dejándolo misteriosamente en aquella cueva, Arioka no encontró nada extraño, y se llevo a su amigo Yamada de allí, lo más extraño era que Chinen no llego con ellos a bajo, pero no le prestaron importancia.

Al cabo de un rato, Yamada se entero que debía marchar, tenía una reservación en un tren en un par de horas, Aquella fue la perfecta ocasión para Daiki , tecleo algo en un mensaje de texto y luego de que lo envió, se pego al brazo de su amigo, intentando hacerlo sonreír, improvisadamente, busco y consiguió subir al tren, y en una cabina privada, aun quedaba tiempo y comenzó a acariciar el cabello de su amigo, sabía que con eso se dormiría pronto, y fue un ingenioso plan, pues ahora podía dejarle su asiento a Nakajima, y así fue, mientras salía de la cabina y veía aquella conmovedora imagen, deseaba con todo su corazón que se arreglaran y fueran felices como él no podía serlo ya….

Triste, Daiki camino por las calles con suma tristeza, pero no tenia alternativa, comenzó a guiar sus pasos de vuelta a su casa, pensando en alguna cara de asco que puso Kei cuando lo miro antes de echarse sobre yabu pero ¿Por qué lo sabía?... no entendía bien. Llego a su casa y esta estaba completamente limpia, incluso su cama estaba perfectamente hecha como si nada hubiese pasado, cosa que agradeció, incluso un par de rayos solares se filtraba por una de sus ventanas, y el viento sacudía las cortinas de color blanco, aquello se veía alegre, pero él mismo no se sentía así, se hecho sobre la cama, y deseo no existir.
---

Desperté exaltado y con una extraña lágrima en el rabillo del ojo, la seque frunciendo la nariz y mirándola con curiosidad, recordé todo mi largo y tortuoso sueño, y Kei, Kei estaba a mi lado, tenía una cara tan…tan… ¿despreocupada? Entonces me le eche en sima, no me importaba solo estar en bóxer, y lo desperté solo con los movimientos que hacia sobre su cuerpo, porque si, inconscientemente me monte sobre el

-Kei, Kei despierta, despierta maldito infiel! Despierta ahora!-
Inoo murmuro entre sueños hasta que despertó mirándome con una expresión de confusión total

-¿Por qué me dices infiel?-

-pues porque te acostaste con yabu! Idiota, en sima te había esperado tanto tiempo y tu a penas y me saludas, luego me miras con asco y te acuestas con yabu! Él ni siquiera es tu tipo! – creí que quedaría sin aire al decir todo aquello de una sola vez, por suerte no fue así, y Kei seguía mirándome de la misma forma, con cuidado se sentó arrastrándome, y apoyando su espalda en el respaldo de nuestra cama, rasco su nuca intentando comprender

-¿de qué diablos me estás hablando?- preguntó

-pues es que me has engañado, maldito traicionero-

-pero ¡cómo voy a engañarte! ¡Daiki! ¡Por favor!-

-Pues… en mis sueños no parecías tan seguro de eso-

-en tu… -

Kei comenzó a reír luego de oírme decir “sueño” y no se detuvo luego de un buen rato, yo seguía con los brazos entre cruzados sobre mi pecho, piernas sobre él, y con un puchero

-vamos Daiki, fue solo un sueño, yo jamás, lo juro, jamás te engañaría, y ni siquiera sé quién es ese tal yabu-
Kei me sonrió, con esa sonrisa que yo tanto amo y que solo es mía, por consiguiente me beso, y con aquello sello sus dulces palabras, de pronto sentí algo extraño justamente en donde estaba sentado, y al cerciorarme bien de lo que era, mis ojos fueron a parar sobre los negros de mi novio, el se encogió de hombros en seguida.

-¿Qué crees que…soñé yo?-pregunto Kei y yo solo reí y me lance a besarlo..


Fin: O

jueves, 12 de diciembre de 2013

Feliz Cumpleaños~

 Titulo: Feliz cumpleaños
 Genero: shonen-ai (?)
 extensión : one-shot (?)
 autor: Nana! (-3-)/
 Nota: no sabes cuanto rato estuve haciendo esto, NO SABES! pero tenia que darte algo por tu cumpleaños, acabe recien y tu cumpleaños acabo hace unos minutos en tu país, de todas formas, espero que te agrade, yamajima it´s love <3 you know! jajaja este blog nadie lo visita, así que probablemente seas la única en leerlo, es mi regalo para ti, que lo disfrutes ale Alejandra~



   Estaba molesto, mucho más que molesto, llevaba con exactitud tres horas esperando a su novio, y es que era un día de lo mas especial, se había esforzado tanto en que su pareja no descubriera lo que estaba planeando, no lo había saludado por su cumpleaños en todo el día, y eso si que era un gran sacrificio, incluso había tomado la llave de su departamento sin su permiso para poder preparar perfectamente lo que había estado ingeniando hace más de dos meses, ahora solo faltaban una hora para que el cumpleaños acabara, eran las once, y por lo que el sabia, su novio salía a las ocho del trabajo, un suspiro alargado salió de sus labios, ya casi resignado, fue hasta la cocina y apago las velas que adornaban una hermosa y perfecta cena, no prendió la luz, no se sentía de ánimos, no habían salido las cosas como se las esperaba, imaginaba que su novio se había ido de fiesta con sus amigos, de todas formas era su cumpleaños y él ni siquiera lo había saludado, se sintió más que deprimido, el regalo que le había comprado era un traje que casi le costó todo un mes de sueldo, le encantaba verlo en traje, se veía tan elegante, pero ahora ya nada de eso tenía sentido, siguió caminando y se adentro en la recamara, sobre la cama habían pétalos de rosa roja, y en el centro un corazón de pétalos blancos, con una pequeña mueca de pesadez junto todos los pétalos y los metió dentro de una bolsa de nailon, quito todas las velas aromáticas de varios colores de todos los muebles que estaban alrededor, por suerte estas no las había prendido, o estarían tan derretidas como las del comedor, dejo estas a un lado de los pétalos, y se sentó en la cama con un semblante sobrio, no quería que aquello se quedara así, pero ya no había vuelta a tras, los minutos seguían avanzando, y no estaba en el, detenerlos, se volvió a levantar con un puchero que intentaba retener las lagrimas y siguió caminando, limpio lo que había escrito en el espejo del baño, con un lápiz labial que le había sacado a su hermana mayor “Feliz cumpleaños yuto, cumple muchos más a mi lado” . trago saliva con dificultad, el pañito que había tomado estaba de color rojo carmesí y lo dejo caer de lleno dentro de la basura, volviendo a cerrarlo, camino hasta donde había estado antes, en la pequeña salita con un par de sillones, tomo su bolso y dejo sobre la mesa de centro la llave extra de su novio , salió del departamento y viendo los globos que había puesto a los lados de la puerta inflados con helio se mordió los labios fuertemente sintiendo un sabor metálico a los segundo, por suerte aun no cerraba la puerta, así que tomando la llave que antes había dejado, pincho cada uno de los coloridos globos y desato los hilos, para no dejar evidencia, sus pasos se dirigieron a la cocina nuevamente, miro su reloj, era tarde para volver a casa, pero si su novio no volvía, no se daría cuenta de que estuvo allí, con tristeza, y con algo de impotencia por haber desperdiciado su día libre en algo que nadie vería, tomo cada uno de los platos que había sobre la mesa, y los fue tirando uno por uno, el sueño le embargo así que arrastrando los pies, se dejo caer al sillón cubriéndose con una mantita que había traído hacia ya rato, quedándose dormido hecho un ovillo y con el bolso abrazado.
 Por otro lado, Nakajima yuto caminaba inestablemente subiendo las escaleras, iba afirmado de uno de sus amigos, Keito, iba en un estado de ebriedad completo, llegaron frente a su puerta con dificultad, su mano se extendió para meterse entre su bolsillo y así sacar su llave, no podía dar con la rendija, por lo que fue el castaño quien le arrebato la llave  y abrió la puerta, Okamoto sabia donde estaba la recamara del alto,conocía su departamento, por lo que a duras penas comenzó a llevarla hasta este, no encontrando nada fuera de lugar,una vez ya dentro, el mayor comenzó a sacarle los zapatos mientras yuto reía descontroladamente.
Yamada seguía dormido, pero se despertó asustado al oír una estruendosa risa, la conocía, era la de su novio, miro la hora, pasaban de las dos de la madrugada, con un poco de timidez camino hasta la habitación del alto, quedándose parado en el marco de la puerta, sus ojos se abrieron casi como dos platos, y de estos comenzaron a salir un rio salado por cada uno, su corazón se oprimió, y dio un paso hacia a tras, cayendo al piso con brutalidad, provocando que dos pares de ojos le miraran
-Ryosuke-
La voz pertenecía a un pelinegro, que ya no parecía estar tan  borracho, alejo del pecho al muchacho que segundos antes había besado, y se paró de prisa de la cama, pero era tarde, Ryosuke ya se había puesto de pie, y solo veía su silueta de espaldas saliendo de su departamento, llevo ambas manos a su cabeza tembloroso, chocando sus ojos con un par de bolsas cerca de uno de sus muebles, miro estas y lo que contenían, dando un golpe de lleno contra una de las maderas que consistían en uno de sus muebles, miro a Keito con decisión y se acerco a la puerta
-lo siento Keito, no fue mi intención, al chico que acabas de ver es al único que amo, y no estoy dispuesto a perderlo-
-descuida, se que solo estabas molesto porque no te saludo hoy…- Okamoto acabo de hablar, pero no supo si Nakajima de escuchar, con algo de pena tomo la chaqueta de su traje y se la puso al hombro para salir de aquel lugar, más que mal solo había ido a dejar a su amigo.

Nakajima corría rápidamente, miraba de un lado a otro fuera del edificio, la verdad es que ya estaba tan despierto y desesperado, que todo el alcohol que había tomado no había servido de nada.
  No sabía dónde ir, las calles estaban concurridas a pesar de que ya era muy tarde, probablemente es porque cerca habían muchos centros de división nocturna, y que era Tokio en un sábado por la noche, trago saliva, se sentía morir, corrió y corrió sin tener idea donde buscar, hasta que una chispa prendió su cerebro y dirigió sus pasos hasta la sala de internet 24/7 que estaba cerca de su departamento, entro aun cuando el propietario había comenzado a gritarle que no podía entrar sin usar una computadora, pero lo ignoro olímpicamente abriendo la cortina de cada cabina, llevándose reclamos y sorpresas de unos cinco o seis personas, hasta que en el séptimo sitio que abría se encontraba la persona que buscaba, tenia audífonos puestos, mientras escuchaba música , pero no estaba despierto, se encontraba sentado, cubierto con su chaqueta, y la cabeza hacia a tras, dejando ver su rostro y rastro de lagrimas que aun no se secaba, Nakajima giro la silla quitándole aquellos audífonos susurrando con dolor su nombre, se agacho y tomo sus manos apretándolas con fuerza, estaban frías, no pudo contenerse mas y comenzó a llorar de una manera silenciosa. El encargado del lugar, al ver la situación se retiro, no tenia cabida allí, y también era un humano con sentimientos, así que no lo culpaba.
 Yamada abrió lentamente los ojos, topándose con una cabellera negra azabache, despertando de una vez, conocía a aquella persona que sollozaba escondido entre sus manos, quito ambas manos de inmediato con un dolor en el pecho, y se limpio las lagrimas, tomo su chaqueta y se puso de pie, tomando su bolso antes de comenzar a caminar, Nakajima se cayó hacia a tras cuando el bajo se puso de pie y mirándolo con las cejas contraídas se puso de pie y comenzó a perseguirlo.

-Ryosuke... tenemos que hablar, por favor, hablemos – le pedía mientras seguía sus pasos.

Llegaron a la caja y el mayor pago por el tiempo que estuvo, haciendo oídos sordos a lo que decía el menor, se puso la chaqueta una vez fuera y mirando a ambos lados, camino por donde había más gente, tal vez así podría perderlo de vista y dejar de seguirlo. 
 Nakajima lo perseguía con desesperación, y al tenerlo cerca fuera del local lo tomo de la muñeca y lo giro
-¡Escúchame! ¡Lo que viste solo fue producto del alcohol! ¡Nada más!, perdóname, te juro que fue sin intención, Keito se agacho y… ¡solo paso! Por favor-
Yamada respiro hondo, tragándose todas las palabras que salían de la persona quien tenía en frente, trago saliva, y con el ínfimo valor que pudo reunir, lo miro a los ojos y en un tono serio, le hablo
-suéltame, nosotros no tenemos nada de qué hablar ya, lo has explicado, eso es todo Nakajima, suéltame ahora-
Yuto al oír su apellido y las palabras tan secas y punzantes del ser que mas amaba en el mundo se sintió la peor persona que hubo pisado jamás el planeta tierra, por lo que casi con dramatismo sus rodillas dieron contra el piso, sus propias piernas no resistieron su peso, su cuerpo tembló y su mundo se volvió completamente negro, la única luz que tenia, lo estaba dejando horas después de su cumpleaños, la gente comenzó a reunirse alrededor mirando escandalizados la escena, Yamada estaba inquieto, congelado, perplejo. No resistía verlo así, se acerco torpemente hasta él, y tomo uno de sus brazos para ayudarlo a ponerse de pie, y aunque el pelinegro no ponía mucho de su ayuda, Yamada logro levantarlo y comenzar a caminar llevándolo bien afirmado de la cintura y un mano cruzando su cuello. Salieron caminando de allí entre todo el tumulto de gente y tras caminar algún rato llegaron a una placita, la placita en que Yamada le había dicho al pelinegro que lo amaba y que no podían seguir siendo amigos, grande había sido su sorpresa al verse con los labios del contrario sobre los suyos, pero ahora eso solo era un recuerdo, y la cuestión era que tenía el corazón hecho un desastre

-¿puedes volver solo a casa? – hablo Yamada en un tono un poco menos agresivo que el que había usado hace unos segundos, Nakajima lo miro con tristeza apoyándose en una barra de metal del parquecito

-Ryosuke… ¿ya no me quieres?- su voz que oía quebrada, angustiada

-yuto… -el mayor suspiro negando con sutileza- te amo –le miro a los ojos- pero me duele lo que hiciste, me contuve todo el día, para que cuando llegaras a casa darte la sorpresa, conseguí que me dieran el día libre aun cuando el sábado es el mejor día en el bar y necesitan el personal, me esforcé tanto para hacerte feliz, se que al menos debí decirte que te esperaría, que tome tu llave, quizá haberte llamado, incluso era entendible que te hubieras ido de fiesta con tus amigos, pero yuto, besaste a otro… ¿Qué hubiese pasado si yo no hubiese llegado? ….-apretó sus manos volviéndolas un puño- yo…. Yuto, te amo desde que te conocí, pero no puedo perdonar eso, no al menos con facilidad-

Nakajima guardaba silencio, esperando su turno para hablar y sintiendo como aquellas palabras se clavaban como mil agujas en cada trozo de corazón que se había partido en su interior

-Ryosuke... –le miro lastimado, herido – ya dije que lo sentía, si no puedes perdonarme ahora lo entiendo, pero por favor, no me dejes –sus cejas formaron un arco y su boca se seco- por favor…-

Yamada no podía sentirse feliz de ver su sufrimiento, por sus palabras y tono de voz podía ver que era cierto, sufría, y sufría por su amor, no resistió ni un segundo más y lo abrazo por el cuello, casi tirándolo de la impresión
-Ryosuke- susurro Nakajima con unas recobradas esperanzas y animo

-¡no te será tan fácil, Nakajima yuto!-

El pelinegro comenzó a reír escapándosele una lágrima que había quedado atrapada en su ojo sin poder salir, siendo limpiada por las manos ajenas
Un beso, un simple beso borro los labios de quien había estado antes, y poseyó todo su interior renovándolo con más fuerza, reparando y quitando cada aguja imaginariamente dolorosa de su corazón

---------------------------------------------
A la mañana siguiente Ryosuke había despertado entre los brazos de su novio, con pereza y un poco de hambre se salió de entre las cobijas que lo resguardaban del frio, y se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y se encontró con la torta que el mismo había preparado para regalársela cuando llegara el menor, pero ya que todo no había salido como quería, saco la torta con adornos de fresa, llevándola hasta la mesa y con una cuchara comenzó a comerla tranquilamente, sin molestarse en cortar un trozo nada mas

-¿Ryosuke?-

La voz de un somnoliento Nakajima hizo eco en el lugar, y Yamada miro al propietario de aquel tonito, chocando con la figura delgada y semi-desnuda de su amado

-¿si?-

-¿Qué haces?- Nakajima llego rápidamente a su lado y miro la torta frunciendo la nariz- es mía –le reclamo-

-no es tuya, es mía-refuto Yamada de manera infantil

-pero ibas a dármela-


-pero no te la di, así que es mía –unto crema en su dedo con una sonrisa y embarro la nariz del pelinegro –Feliz cumpleaños –Yamada lo rodeo por el cuello, y sus labios chocaron tiernamente sobre los del pelinegro.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Inspiración.

Titulo: inspiración
Autora: yo ._./ nana-nanana-nananana-nana!
Extensión: Drabble (¿)
Género: Shonen-ai
Nota: esto es uno de mis delirios nocturnos, no entiendo porque salió YamaJima, se suponía que seria TakaYama, a demás, eh de advertir que no lo releí por lo que supongo que hay muchos errorcitos ¿Qué más se espera? UwÚ ¡soy yo! –aunque es más probable que hable conmigo misma a que me dirija a alguien (¿) XD-


Caminaba de un lado a otro, no sabía qué hacer, no tenía idea, ni la mas mínima de lo que podría hacer, tenía apenas dos días, y debía entregar el manuscrito de su obra, pero, nada se le ocurría, por más que mirara por su preciosa ventana que siempre le incitaba a escribir, nada pasaba, por más que pusiera la hermosa música clásica que tanto amaba de fondo, tampoco, nada parecía querer funcionar, y era que estaba en la escena más importante de su obra, y carecía de emoción, por más veces que la hubo hecho y deshecho, no podía acabarla, y ser impuntual en su trabajo, no era propio suyo, se detuvo y respiro hondo, intentado tranquilizarse, se hizo un poco de café, puso música de fondo, y acomodo una silla a un lado de la ventana, revolvía la taza que contenía un liquido caliente, y lo hacía para extinguir aquellas partículas blancas, y combinarlas al agua, produciendo un dulce efecto, apetitoso a su paladar, probo aquella maravilla, y miro por la ventana, el día parecía frió, tanto que empañaba con levedad su ventana, el vapor del café le cubrió por unos segundos la visión, pues las gafas, tal como cualquier otro vidrio, con vapor se empañaba, tal cual la ventana,  pero cuando logro liberarse de su ceguera de efímeros segundos, miro directamente a la ventana, esta se encontraba en un segundo piso, así que se podía ver perfectamente hacia la calle, y era allí, precisamente, en donde sus ojos se posaron, un joven, pero no era cualquier joven, a su parecer, algún aura especial le rodeaba, a simple vista, de cualquier otro que no fuese Ryosuke Yamada, era un chico común y corriente, un chico ordinario, pero para él, era la maravilla del siglo, y quien salvaría su empleo, cual amaba, dejo el café a un lado, y puso su laptop , y con un ágil movimiento de dedos, sus pensamientos se volvieron palabras, las conjeturas de todas sus ideas previas, se hicieron una sola y bailaron al compás de las teclas mientras eran escritas vehementemente, el muchacho alto, en la calle, aguardo varios minutos en la misma posición, parecía relajado, parecía esperar a alguien, el muchacho vestía completamente de negro, su piel blanca era casi como la nieve, su cabello negro lucia algo despeinado, pero para nada descuidado, oía música, ¿Qué música? Pues solo el sabia, pero por lo visto, era agradable, de vez en cuando, movía la cabeza y sus manos chocaban contra su cuerpo, formando un ritmo singular, sus ojos se mantenían cerrados por breves momentos, su cuerpo estaba apoyado contra una pared , y su pierna izquierda alzada, apoyada también a la pared, lo que más desconcertaba, era que con tal frió, aquel muchacho usaba una ligera camiseta, sin mangas, y parecía no tener frió, a pesar de que de sus labios despidiera vaho como si nada. Pronto, los segundos se alargaron a minutos, y los minutos a horas, el muchacho llevaba dos horas allí, casi en la misma posición, de no ser porque había cambiado el pie en el cual se apoyaba en la pared, pero ni una sola vez miro el reloj, y ni una sola vez miro de un lado a otro, y tal como un modelo de pintura, se mantuvo firme, Yamada tecleaba feliz las últimas palabras de su historia y rápidamente, puso el punto final, exhalo con energía y alivio, entonces volvió a mirar hacia la ventana, y vio que aquel hermoso cuadro de ensueño, se había vuelto más real y factible, aquel pelinegro frotaba sus brazos, algo que atribuía al frió, el castaño corrió a su habitación y tomo una chaqueta negra, de lo más gruesa, y corriendo salió de su casa, miro de un lado a otro, antes de cruzar la puerta, y sus ojos chocaron con las del muchacho, que ahora podía ver de cerca, era más alto que el, una sonrisa triunfante bailo en sus labios, y caminando rumbo a él, ofreciéndole aquella chaqueta que tenia entre las manos
-Es la última vez que hago esto- hablo la voz un tanto congestionada del alto
-Yuto, me has salvado la vida, gracias –
-nada de gracias, yo quiero mi premio – y como si nada, tomo las mejillas del bajito, y beso sus labios, encajaban tan perfectamente, que esto duro un par de minutos, sumándole al infantil abrazo del mayor y más bajo, al separarse, ambos se miraron profundamente, como si en los ojos del contrario hubiese un pozo sin fondo, y sonrieron a la vez
-mi inspiración~ te amo yuto~ - y solo obtuvo como respuesta un violento estornudo de su novio.


Fin~

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Entrada Random, "El comienzo"

¡Hola! la verdad, es la primera vez que hago un blog, o que creo una entrada, por eso no se bien que poner, pero bueno... el meollo del asunto (?) es que sera como cierto borrador, para el blog principal que es Yume No Shadow <3 el hijo de mis entrañas (?) x'DD bueno, como sea, cuidare de esta cosita bella  y lo pondré a gusto, como mi...Habitación (?) así de a gusto <3 espero que a algún ser viviente sobre el planeta tierra le guste o... si no es de este planeta, igual *-* ok, no xD ajajaj de ahora en adelante, cuidad de mi !! -Yehi! siempre quise decir eso- eso es todo, cambio y fuera~